Tal como te expresas
La madre de Daniel sabía que algo no iba bien. El no había dicho nada, actuaba con normalidad. Pero algo sucedía. No sabía con exactitud que podría ocurrir, pero presentía que algo no andaba bien en la vida de Daniel. Esquivaba las miradas, se encerraba en su cuarto y evitaba cualquier conversación. A los pocos días, se resolvió el dilema. El muchacho iba a suspender una asignatura de clase. Nadie había dicho nada, no había palabras, pero su madre enseguida lo supo. Una vez resuelto el dilema, su madre le pidió que confiara en ella. Sabía que se esforzaba en los estudios y, un tropiezo, no significaría gran cosa, si podemos repararlo. Daniel abrazó a su madre y se comprometió a no guardar secretos.
Las indecisiones no son buenas
Las proposiciones llegan a veces así, sin más. Un nuevo trabajo, un cambio de destino, una ruptura o un comienzo pueden ser propuestas que de buenas a primeras se presentan y a las que no podemos dejar en espera, sino que precisan de una decisión, de una respuesta en cierto periodo de tiempo. Por eso, lo normal, lo propio es tomar decisiones.
El poder de las pequeñas cosas
Con facilidad nos deslumbramos. En un mundo tan visual, tan dominado por las comunicaciones, la popularidad, el famoseo, los influencer, es fácil querer parecernos a aquellos que dominan o que vemos con frecuencia por los medios de comunicación. Así, puede ocurrir no confiamos en el poder de las pequeñas cosas. Los detalles mínimos parecen no tener importancia. Se aplaude a los considerados importantes: sanitarios, fuerzas de seguridad, pero hay otras personas que hacen pequeñas cosas, pero igual de importantes.
Empezar de nuevo
Queda atrás la Navidad y la entrada del año. Llegaron los Reyes y ahora toca empieza la normalidad. Los estudiantes comienzan de nuevos sus clases, así el mes de enero nos da la oportunidad de comenzar, de empezar de nuevo. Los años nuevos, siempre nos ofrecen la oportunidad de empezar, de comenzar, de nuevos propósitos y proyectos.
El poder las palabras
Probablemente no le damos el valor que merece a las palabras. Hay quien llega tarde y no cumple con su palabra, los medios de comunicación, con frecuencia, tergiversan las palabras. Los políticos se comprometen con sus palabras que luego no cumplen. Sin embargo, la palabra tiene un valor enorme. Nos comunicamos, generalmente con palabras, las leemos, entendemos, nos expresamos por palabras.
Fe y Vida 