Despierta la curiosidad

Una de las grandes virtudes de las personas es la curiosidad. Pero sucede que, con el paso de los años, dejamos de ser curiosos. Nos acostumbramos, lo vemos todo normal y nada nos parece digno de llamar nuestra atención ni nuestra curiosidad. Los niños/as son curiosos por naturaleza. Es fascinante mirar a un niño pequeño como le llama la atención los colores, las luces, todo lo que le rodea que quiere descubrirlo y probarlo.

Seamos curiosos como niños/as

Incluso en los malos momentos

Mientras todo va bien, todo es genial, pero cuando las cosas no va como esperamos, aparecen los problemas. En momentos de crisis, de dificultad es cuando las personas demuestran su valía. Cuando el viento es favorable, todos somos felices, pero en la calma chicha, los nervios afloran. No cabe duda que no es nada fácil estar bien en la dificultad, puesto que nos agobiamos, no pensamos igual, porque la tensión nos embarga. Quizá, por tanto, habrá que aprender a vivir en la adversidad, cosa que no es fácil.

Sería bueno sacar lo mejor de nosotros mismos

Sólo un día a la vez

Estamos en demasiadas cosas al mismo tiempo. Consideramos que podemos estar en multifunción o multipantalla durante mucho rato. Escuchamos música mientras hacemos otras tareas, Vemos la televisión con el movil en la mano, intentamos hablar con alguien mientras respondemos mensajes y así sucesivamente. Hay quien cree que puede hacer muchas cosas al tiempo, pero realmente cuando tratamos de hacer muchas cosas a la vez, en realidad, no atendemos a ninguna.

El tiempo pasa… hay que vivir un día a la vez

Mira que rizamos el rizo

Somos especialistas en darle vueltas a las cosas. En unas ocaciones con la intención de tenerlo todo controlado y otras porque somos grandes expertos en “comernos la cabeza”. Seguramente esta es la más dañina de todas, cuando le damos vueltas y más vueltas a todo tratando de que las cosas sean como queremos o como pensamos.

Mira que damos vueltas…